PRODUCTO TERMICO Y AROMÁTICO. SE CALIENTA O SE ENFRIA SEGUN LA NECESIDAD. TELA GAMUZA SINTETICA RELLENO SEMILLAS DE LINO Y MENTA TAMAÑO 18 X 9 CM. AROMATIZADOR CON ESENCIA - EN PACK DE HULE CON STICKERS Y CARTÓN CON INSTRUCCIONES DE USO.
Uno de los mejores regalos que podemos hacer (o hacernos) es un momento de relajación, de amor propio, de descontractura.
Con nuestra almohadilla y esencia, ya tenés una parte hecha: calentá la almohadilla en intervalos cortos en el microondas junto con un vaso de agua, y una vez caliente rociá la almohadilla con la esencia (sin empapar). Colocá la almohadilla en el punto de tensión de tu cuerpo (el cuello, la espalda, las piernas, la panza, etc), cerrá los ojos y, con un poco de música relajante, proponete vaciar tu mente un rato: el que dispongas.
La idea es que el calor (o el frio, según lo necesites) y los aromas, junto con un buen ambiente y sobre todo una disposición a relajarnos, puedan generar un momento en el que el mundo externo desaparezca por un rato para poder darnos un reset. A veces, todo lo que necesitamos es una pausa real. Cuando nuestras vidas no tienen respiro, es necesario tomar acciones para buscar ese momento y para nosotros mismos.
Para eso, les traemos tres aromas con distintas propiedades seún lo que necesitamos:
Menta: es energizante, estimula la concentración, atenúa la fatiga mental, genera pensamientos positivos, es refrescante, anima los sentidos y aumenta la cratividad! Con el pack Menta, podés tener una almohadilla abajo de tu muñeca cuando trabajás en la compu y recibir este estímulo mientras trabajás.
Lavanda: es relajante, brinda sensación de calma, es un ansiolítico natural, colabora a balancear estados emocionales; es reconstituyente, repelente y descongestivo; favorece el sueño y regula el sistema nervioso. Ideal para ese momento de relax, tal vez antes de irse a la cama.
Eucalipto: despeja la mente, tiene propiedades oxigenantes, estimula los pensamientos ayuda a respirar libremente; es descongestivo y repelente de insectos. Colabora a prepararse para los cambios, inclusive los de estación que tanto nos desconfiguran. Ideal para ayudarnos a manejar la ansiedad por algo que viene en el futuro.